domingo, 24 de enero de 2016

Sustantivos.

Hipofrenia. Perfección. Fracaso. Ansiedad. Tristeza. Distancia. Olvido. Felicidad. Soledad. Amistad. 
Y mil palabras más que definirían algo que no llego nunca a saber: quién soy.

Ha pasado mucho, tiempo y momentos. Mil cosas que me han trazado, y que lo siguen haciendo, para hacerme tal y como soy. Y creo que no estoy bien hecha, tengo mil defectos, joder, mil y más.
Ahora mismo no sé si es rabia, miedo, tristeza o cualquier sustantivo parecido a estos. No estoy bien, aunque lo parezca, puedo estar feliz, pero no. 
No sé, puedo tener un día buenísimo, sentir que todo va bien, pero de repente cae la noche y todo ese optimismo se va a la mierda. Y sigo diciendo que son bajones, pero ya no sé si de verdad lo son. Tampoco sé de verdad lo que necesito para no estar así de mal, es solo, necesidad de correr, desaparecer. Pero no puedo, no aquí en USA. Ni tampoco en España.
Me siento aferrada a todo: estudios, obligaciones, familia, amigos, novio... TODO. Tengo que hacer todo bien, es mi deber: no puedo tener malas notas, no puedo dejar de hacer mis obligaciones, no puedo defraudar a mi familia, no puedo cambiar ni molestar a mis amigos, no puedo hacer daño a mi novio ya que si algo ocurre va a ser el peor error...

Es todo un estrés continuo. Todo tiene que ser perfecto. Pero no puedo, odio decirlo, pero nunca llegaré a la perfección ansiada, ni físicamente, ni psicológicamente.
Porque seamos sinceros, puedo ser guapa, bueno, por un momento admitiré algo que ni yo misma reconozco. Pero, ¿y todas las heridas de esos oscuros años cuando llevaba mi corsé? Porque esas marcas marrones que se han quedado no se van a ir, se van a quedar ahí de por vida para recordarme lo sucedido.  ¿Y esas costillas salidas que hacen mi cuerpo tan jodidamente raro? Porque dime, no es normal que unas costillas se noten por estar así.
Y vayamos a la personalidad, ¿quién va a querer a alguien testarudo? ¿Quién va a querer a alguien inseguro? Pero más importante, ¿quién va a quererme con mis días de soy una jodida mierda? Porque yo lo sé, aguantarme en esos días es tortura, solo lo veo negro, y no hay nada que me anime. Dime tú ahora, en esos días así, quién va a quererme.

Y ya no es querer o no, es solo aguantar, o estar. Porque he perdido a mil amigos, y seamos sinceros, ellos no me han perdido a mi. Esa excusa barata ya no sirve. He perdido, si, y todavía quedan más niveles.
Ahí es donde quiero llegar, si en este nivel, ya estoy fallando y casi, cayendo... ¿cómo voy a sobrevivir con una sola vida a los siguientes? ¿Sola? ¿Triste?
Pero, ¿y si no me quedan tantos? ¿Y si mi vida solo se resumiera a 16 niveles? O en unos pocos más... pero al fin y al cabo, en menos que el resto. Solo por todo.

Sé que esto lo escribo en un mal día, pero últimamente siempre son malos días quiera o no. siempre está esa pequeña espina que no deja. Y tengo miedo, porque no quiero hundirme de nuevo, fueron dos malos años, y no quiero volver a ellos. Quiero volver a la misma felicidad del momento. Quiero volver a dejar de preocuparme por el futuro y pasarlo bien. Pero no puedo, porque tengo que tomar mil decisiones que no quiero. Y soy idiota, porque hay decisiones que tomaría si fuera valiente, como huir a Barcelona al fin.

Y otro problema, ¿por que esa obsesión de huir a Barcelona antes de tiempo? No lo sé.

Ya no es por el amor joder, que todo es un maldito cliché, odio ponerme así de gilipollas por palabras bonitas. Ya es por todo, por no conseguir esa perfección, por esa satisfacción que nunca sentiré, por ese odio a mi misma por no ser alguien como yo quiero, por no saber cambiar, por querer huir, por no querer más decisiones, por la distancia, por la soledad que siento a ratos, por la jodida hipofrenia o por odiosamente, yo.

Ahí está el problema, soy yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario