sábado, 29 de noviembre de 2014

Mon Gentelmen

Debo admitir que las cosas no siempre irán perfectas. Y aunque pase unos días malos, luego encuentro pequeñas cosas que recompensan los malos momentos.
Por ejemplo, llevaba dos días muy malos... me estaban dando de nuevo los ''ataques de soy una mierda'', sumado a los exámenes que tengo y trabajos... lo estaba pasando relativamente mal.
Y ayer por la mañana, en el instituto ya no pude más y exploté... no lloré. Pero tampoco fui la que soy. Una amiga me preguntó que me pasaba, lo atribuí al sueño y a los exámenes. Aunque en realidad era por ese ataque. Pero bueno, llegó la tarde y me fui a baile. Tocaba 3 horas intensas así que sabía que si o si me despejaría la mente y me olvidaría de todo. Y sí, funcionó.
Al acabar las 3 horas, llegué a casa y a mi abuela se le ocurrió hacer unas pizzas. Fue muy divertido la verdad.
Y bueno, a lo que voy. Al terminar de cenar me tumbé en el sofá a ver mis series favoritas... y con la tontería de ver si habían hablado mis padres (están de viaje) pues cogí el móvil y pues empecé ha hablar con alguien. Le pondremos de nombre Gentelmen, así lo entenderéis mejor. Bueno, sigamos.
Serían como las 12 o cosa así y la verdad que tenía sueño de haber madrugado, así que me despedí de Gentelmen... pero con la tontería de buenas noches y tal, empezamos la conversación de nuevo.
¿A que no sabéis a que hora me fui a dormir? A las 4 de la madrugada. Y me he levantado a las 10 y media. Lo gracioso es que sueño no tengo.
Bueno, ¿que porqué me fui a dormir tan tarde? Pues por hablar todo el rato con Gentelmen. Y la verdad que no me arrepiento, volvería ha repetir. Son incontables las sonrisas que tenía mirando la pantalla...