viernes, 9 de mayo de 2014

Querido señor Green...

Querido señor Green,
Esta es una carta (que nunca llegará a usted) de una de sus recientes fans que cada minuto tiene al terminar de leer su libro. Como ya habrán dicho otros, sabrá que es perfecto, pero al igual que Un dolor Imperial  tiene algunas quejas de mi parte. Aunque eso no afecta a mi criterio, es un muy buen libro, si le digo la verdad, es de los primeros libros que he leído a lo largo de mi vida (y créame, son muchos) que me ha hecho llorar de verdad. Además, esta vez no me he imaginado involucrada en la historia como Hazel, no. Esta vez solo he sido una espectadora de la historia, y esa es otra razón de por qué es tan bueno.  Otro porqué (y ya el último, se lo aseguro) ha sido la trama. Nunca me han gustado los libros sobre cáncer, porque al involucrarme tanto en las historias acabo sufriendo demasiado (y no me gusta leer un libro que me haga sufrir como usted entenderá) así que nunca he leído un libro sobre cáncer, hasta el suyo claro. ¿Qué por qué el suyo fue el primero? Por culpa de mi amiga que me convenció de leerlo, y le doy las gracias por hacerlo.
Y por esas razones lo marco como mi libro favorito, porque me ha hecho sentir cosas que los demás no han sido capaces de hacer.
Y bueno, ahora van mis quejas, o mejor dicho, las preguntas existenciales que tengo después de haberlo leído: ¿termina la madre de Hazel sus estudios? Si, sé que es tontería, pero seguro que más de uno se lo ha preguntado ya. ¿Qué ocurre con Isaac? ¿Vuelve con Mónica o la olvida para siempre? ¿Se enfada ella porque le tiraran huevos a su coche?
Otra pregunta que me encantaría que contestara y que seguro le habrán preguntado desde que publicó su libro: ¿Habrá segunda parte? Dígame que si por favor, no sea como Peter Van Houten y deje una historia con un mal final (lo siento pero debo de ser sincera al respecto… me hizo llorar, eso sí, pero me enfadó no saber qué ocurre con la vida de Hazel ¿sigue adelante? ¿O a los días muere por sus malditos pulmones?) sin su segunda parte…  ¡No nos haga esto a sus lectores por favor!
Le doy las gracias por haber publicado este libro, de las más sinceras.
Bajo la misma estrella te cambia, y no se preocupe que es para bien.
No se olvidará fácilmente ni a su libro ni obviamente a usted, al menos yo no, se lo aseguro.
Atentamente,

Una  lectora entre un millón.