sábado, 28 de mayo de 2016

smile

Pensaba que iba a ser una mala semana, pero no lo ha sido. En realidad, ha sido una buena semana: el buen tiempo empieza a llegar, tengo planes (¡cosas que hacer!), no me aburro y es más, me lo paso super bien. Y otra cosa, llega el fin de semana y me brinda con algo que no me puede hacer más feliz: hacer Skype con Marcos.
Esta vez, no es una entrada triste, es más, estoy feliz. Y es raro, pero hoy a sido un buen día: me he comprado unos pantalones cortos, he ido a la bolera, he bebido mi café con hielo preferido, me he comprado un peluche sorpresa demasiado adorable para existir, ¡he probado los pokys! Pero eso no es lo que me ha hecho tan feliz, he hablado todo lo que llevo pensando desde hace pocos meses, y ha sentado jodidamente bien.
He dicho todo lo que llevo sintiendo por poco tiempo, por fin lo he admitido: estoy teniendo un buen tiempo Y ME ESTOY EMPEZANDO A QUERER. ¿Y lo mejor de esto? Que se han alegrado por ello, pero más me alegro yo. 
Es... es distinto, pero me gusta. Me siento guapa, y si un día no me veo así, intento buscar las cosas positivas por pequeñas que sean. Me siento feliz, por fin he hecho un cambio para mi bien, no para otros. Sienta bien cambiar un aspecto de ti que no te gusta, pero mejor sienta hablarlo, realmente se siente real. Poco a poco llegaré a donde quiero llegar, y seré jodidamente feliz.


Por otra parte, hoy quiero dedicar esta entrada a quién realmente me ha dejado con una sonrisa: Marcos. 
Hoy ha sido un buen día, hemos hecho Skype unas cuantas horas, y dios, no sé como sentirme al respecto. Primero de todo, siento los 40 minutos en los que no paraba de cambiarme, hoy ha sido uno de estos días en los que nada me gustaba y en los que, literalmente, te cogería una camiseta del armario, me la metería por dentro de los pantalones, e iría tan feliz. Pero claro, no estás aquí, no puedo robarte la ropa.

Por otra parte, me he reído, hacía tiempo que no hablaba con Óscar. Y veros juntos ha sido raro, he de admitirlo: no sabía muchas de vuestras tonterías... pero me ha encantado ver lo buenos amigos que sois y lo jodidamente bien que os lleváis. Me daban ganas de pasar más tiempo con vosotros porque no miento cuando pienso que lloraría de las tonterías que podríais llegar a decir. 

Pero, sinceramente, mi parte preferida del día ha sido después de la cena, ahí eran ya la 1 de la mañana y dios, esa carita de dormido que tenías era jodidamente adorable. Solo de mirarte, las cosas que me llegaba a imaginar que haría si estuviera ahí, y no, por raro que parezca, no quería hacer nada mal pensado. En realidad en esos momentos en los que sonreías con esa jodida sonrisa te juro que se me derretía el corazón, no pararía de besarla. No me cansaría nunca. Solo pensaba en besarte y acurrucarme a tu lado, abrazándote lo más fuerte posible. 
Joder, que te habrá parecido cursi, pero no te he mentido cuando te he dicho que mi futuro perfecto era contigo, en un piso pequeñito, con nuestro gato y perro. Esque me hace feliz de solo pensarlo. El mero echo de pensar que en dos meses te veré me deja una sonrisa permanente. Que el mero echo de ¡ya no pasar tiempo contigo! ¡De hablar! Ya me hace feliz. 
Y joder, con pensamientos así, me doy cuenta de lo mucho que te estoy llegando a querer. Nunca había pensado en un futuro ''tan lejano'' con nadie, porque era realista. Pero a la mierda el realismo, pensar en nosotros juntos en ese futuro me hace feliz, y aquí estamos para serlo. Así que perdóname, pero me hace feliz pensar en ti, me haces feliz.
Que estoy enamorada de ti, y aunque me suene mal decir esto, creo que tu también lo estás.
Pero dejémonos de cursilerías por un pequeño rato y déjame decirte todo lo que he sentido esta noche. 
Parecerá una tontería, pero cuando te estabas quitando la camiseta, ese pequeño segundo que he visto tu espalda se ha quedado grabado en mi cabeza. Me gusta tu espalda. Llámame loca, pero me gusta mucho y no sé ni porqué. Aunque, para que mentir, me gustas todo tu. Pero voy a serte sincera, me gusta tu espalda. 
No sé como, pero me ha puesto. Para que mentir, tengo ganas de hacerlo contigo. Muchas. Y me sabe mal porque últimamente te lo he dicho más y no quiero que solo pienses que te quiero por ello. Ni mucho menos. Pero revuelves mis hormonas, las vuelves locas, y me piden tu cuerpo. 
Y bueno, no olvidemos tu voz. Jodídamente sensual. Bueno, a veces, cuando pones voces graciosas no, eso sería raro. 
Ya que estamos (más bien estoy, tú estás leyendo esto, creo) te quiero decir algo que me da muchísima vergüenza admitir: me haces sentir mariposas en el estómago. Dios que cursi suena, lo odio. Pero es verdad, noches así, cuando sonríes y dices que me amas siento algo en el estómago. O cuando te quitaste la camiseta, no solo pensaba, también he sentido algo. Y seguro que mientras lees esto me dirías algo tipo: ''¿tanto asco te doy?'' O algo parecido, no sé explicarme, es tarde, y estoy feliz porque te quiero.

Tengo muchísimas ganas de verte, MILES. No me importa lo que hagamos, solo quiero pasar tiempo contigo, ser más feliz de lo que soy en estos momentos.


Te amo, y joder, lo gritaría porque es real.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario