lunes, 22 de febrero de 2016

Para Marcos.

La verdad que no sé como empezar esto. Es la una de la mañana y lo único que puedo hacer para intentar conciliar el sueño eres tú.

Estamos a 22 de febrero, a 7 días de hacer 3 meses (suerte que este año sea bisiesto y no tengamos que celebrarlo a un minuto entre el 28 de febrero y el 1 de marzo). Tres jodidos meses, y los que quiero que nos queden... tengo muchas ilusiones puestas en nosotros, y no es por ser niña pequeña ni meter prisa por planes de futuro: es solo que contigo me gusta imaginar un futuro que me encantaría que fuera real, porque contigo estoy amando de verdad. Y es pronto si, solo tenemos 16 años y una larga vida por delante. Usualmente, triste es, pero parejas de nuestra edad poco suelen durar. Pero no quiero ser como los demás, estoy cansada de a veces dejar de hacer las cosas que me definen porque no es lo normal y me pueden judgar. Pero eso no es sobre mi, es sobre nosotros, pero sobretodo, esto es para ti. Y no digo esto de querer durar todo lo que quieras aguantarme por ser pastelosa porque estoy mimosa, no, sino porque te tengo y no quiero perderte.
Y esto no te lo escribo en un día en el que claramente se me ve mimosa, sino en un domingo de esos en los que no sé como a veces no hablamos mucho y siento que algo mal he hecho porque noto que estás raro cuando normalmente es solo que estás aburrido y cansado de estudiar.
Suena raro decirlo, ya que puedo parecer una adolescente loca de amor ese que se tiene a esta edad, pero lo que siento por ti no es ese amor, y eso me da miedo. Miedo de que te agobie demasiado, miedo a que no te guste tanto como tú a mi, y simplemente miedo de que este amor es real. Y joder, esto no tendría que ser un texto triste, pero quiero decírtelo, a veces me entra ese miedo a que encuentres una chica preciosa con acento gallego que te enamore y yo al estar lejos y vernos poco digas que esto no funciona. Porque por una vez tengo esperanzas puestas en una relación a distancia, por ti quiero pensar que todo saldrá bien, no será fácil, pero saldrá. Porque eres tú, joder, hemos sido mejores amigos durante algo menos de un año, me has ayudado en cada cosa que te he pedido ayuda o cuando ni eso. Has estado todo ese tiempo y te me has ido ganando poco a poco. ¿Recuerdas cuando empezamos a hablar esos tres escalones de los que te hablé? Tu estabas en el último, en el de amigo, luego estaba mi mejor amigo y por último en el escalón más alto, mi novio. Y fíjate, fuiste subiendo esos escalones hasta llegar al último piso siendo mi novio. Más contenta no puedo estar, porque veo que me conoces. No sé, me gusta que hayas pasado de ser alguien super importante como mejor amigo, a ser importantísimo como eres en estos momentos siendo mi novio.
Y te digo lo mismo, no quiero agobiarte con todo esto, sé que es pronto. Pero estoy emocionada, tengo que decirlo. Eres tú y me quieres. Y no sé como es el amor verdadero ese del que hablan por Twitter, pero contigo todo es muy diferente a lo que he llegado a pasar.
Contigo:
- me emociona pensar que estamos saliendo.
- me da igual lo que diga la gente sobre ti, no son importantes como tú.
- mi familia si en un caso extraño no les gustaras me daría igual.
- he imaginado mil escenas (no todas pornosas ;) ).
- quiero pensar que tenemos un futuro a largo plazo.
Y muchas más cosas que contigo estoy sintiendo, que con los pocos chicos que he estado, no he sentido.
Me puedes decir que es temprano para decir que eres especial, permíteme decirte que te conozco desde hace un buen tiempo para saber que si lo eres.

Pero pensemos en otras cosas, pensemos en como hoy hablando de tu jodida voz con unas amigas (les tienes loquitas) estábamos escuchando un audio porque les encanta tu voz y he pulsado a un audio diciendo que me amabas. Me dio vergüenza porque todas estaban como uhh uhh fiu fiu, y no vergüenza (que es lo de menos)... sino me dio pena que ese audio de 3 segundos ya no hubiera sido escuchado solo por mi. Lo gracioso es que una de mis amigas me dijo, tienes que casarte con el o algo por favor. O diciéndome, dale mi número por favor o preguntándome si tenías novia. En ese momento, no quiero admitirlo porque no me gustan los celos, pero sin razón me puse un poco celosa de pensar que te podían empezar a hablar y como son guapas y majísimas pues pudiera pasar algo. ¿Tonto eh? No me gusta ponerme celosa, siento que aunque sea un poco, sigue siendo celos por algo que ni debería. No sé, no me gusta ser celosa sin motivos. O, ya no celos, sino por ejemplo en días que hablamos poco y yo estoy un poco de bajón, tener la paradoja de que alguna chica puede hablarte y enamorarte en persona mientras a mi eso de momento se me está denegado. Soy tonta, (no quiero que esto suene a que lo sé todo) pero sé que me quieres. O al menos eso es lo que creo saber, lo que me dices, y lo que a veces me enseñan los otros.
Pero volviendo al tema de los audios, no sabes lo que me gusta escuchar tu voz: ya sea contándome cualquier cosa, riéndote de mi porque me dejas con la intriga o porque me quedé encerrada en el baño dos veces y por eso me dan miedo los pestillos y no me fio de ellos, o simplemente diciendo mi nombre... me da igual. Me encanta.
(Nota pícara: si tu quisieras, solo con unas cuantas palabras bien escogidas y un poco de picardía me desnudabas perfectamente solo hablando)

Pero bueno, creo que esto sigue sin decir todo lo que quiero, pero ya me encargaré de demostrártelo en persona. Y siento la parte pastelosa, pero a la una de la madrugada y sin poder dormir no he hecho nada mejor que pensar en ti. También siento si esto te resulta demasiado, o agobiante, lo entenderé y me calmaré. Sabes que suelo emocionarme y ser exasperante sin darme cuenta.


Te amo Marcos, con todo lo que significa para nosotros estas tres palabras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario