Todavía no me creo que ya estemos a noviembre... ya ha pasado Halloween dejando con el un dolor de garganta y mucho frío que llevaba tiempo esperando. Además de este acontecimiento tan esperado por niños (en su mayoría), adolescentes y padres, a finales de octubre pasó una cosa que he ha dejado bastante rota.
Supongo que desde agosto o así me he estado comportando de forma diferente a como en realidad soy, y mis amigas lo han notado y ese cambio tan brusco no les ha sentado muy bien así que por mi bien me lo dijeron, se puede decir que se quejaron. Yo en la conversación me mantuve callada, pensando. Me mantuve por el momento firme, pedí disculpas y dije que cambiaría aunque me costara la vida en ello, porque yo también estaba notando mis cambios de humor en mi cabeza, ya fuera por mis contestaciones o mis pensamientos. Pero al llegar a donde yo bailo me derrumbé. Esperaba aguantar las ganas de llorar que tenía hasta la noche, donde nadie me oiría, pero no pude. Quise preguntarle a una buena amiga mía si había algo de mi comportamiento que a ella le molestase, pero se me quebró la voz y no pude terminar la frase. Me sentí como una tonta al ver como mi amiga se preocupaba por mi, me sentí como una persona incapaz de guardar las ganas de llorar que tenia. Me pensaba más fuerte. Pero no, soy una persona débil, a la que le dicen algo malo y ya le duele. En realidad, mis amigas tienen razón, siempre voy de víctima. Pero esque en realidad nunca me lo esperé. Por eso supongo que me derrumbé.
Ahora, estoy intentando ir cambiando poco a poco, intentando recordar como era la María de antes, intentando parar las ganas de llorar porque en realidad yo no merezco llorar. Espero conseguir una mejoría, espero conseguir ser como antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario