domingo, 20 de octubre de 2013

Rarezas, ¿serán eso?

Según mis compañeros de clase, soy rara. Según mi madre, soy rara. Según mi cabeza, soy rara.
Todos lo decimos. No lo desmiento. Pero, a veces no desearía ser rara. Solo desearía ser normal, o el concepto de normalidad que tenga la gente. Es decir, que me gustasen los ramos de flores, que tener el pelo azul fuera lo más raro del mundo y lo que nunca quisiera teñirme de ese color...
Pero no, el jugador que me controla en este juego decidió que yo sería una persona rara entre una mayoría. Vale si, hay gente igual o más rara que yo, pero a veces algunos comentarios dirigidos a mi ya me duelen. Aunque vengan de personas ajenas, aunque no digan palabra, aunque solo piensen y me miren con ojos acusadores; me duelen, aunque venga de alguien que no conozco de nada... pero duelen, rasgan partes de mi haciéndome cada vez más pequeñita y con más miedos. ¿Cómo sería yo si fuera ''normal'' ¿Seguiría enamorada de ''X''? ¿Seguiría estando con mi grupo de amigos? ¿Seguiría teniendo ganas de leer y escribir como si me fuera la vida en ello? No lo creo, cambiaría, porque eso es lo que ocurre cuando cambias por algo o alguien. Siempre cambias, y casi siempre, a peor.

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